20 de septiembre de 2014 – Lautaro Cruciani es abogado, referente de la Campaña contra la Violencia Institucional y del Movimiento Evita. En una extensa entrevista en “Despacito y por las piedras” profundizó sobre las arbitrariedades que comete la Policía de Mendoza a partir de recientes hechos de violencia y detenciones ilegales contra militantes y estudiantes. Aseguró que esta persecución está dirigida contra los jóvenes en general pero que se hace más gravosa y revictimizante contra los sectores humildes. Aportó propuestas sobre la derogación del instituto que permite la “selectividad” y sobre el uso de las armas por parte de las fuerzas de seguridad. Recordatorios y justicia por Fabio Basualdo y Lautaro Bugatto.
La intervención de un oyente permitió al joven abogado explicar cómo hay que actuar en los casos de detenciones arbitrarias, conocidos como “por portación de rostro”. Afirmó que se trata de una manera de discriminar, que hay que denunciar lo que son estas privaciones ilegítimas de la libertad agravadas por el cargo de funcionario público, y recomendó llevar siempre el documento “por más que no haya ley que exija esa práctica rutinaria”, dada la naturalización que la Policía ha hecho de ella. “Es totalmente ilegal porque si se producen las detenciones ya cuentan con los datos, y con el DNI aún así se los llevan igual” dijo; y ejemplificó con el reciente caso de tres jóvenes estudiantes de la UNCuyo detenidos por “averiguación de antecedentes” y trasladados durante horas a la Comisaría 5ta.
Cruciani agregó: “Es cínico, es ilógico. La Universidad le paga a la Policía para que controle el predio y lo que hace es llevarse a chicos sin motivo alguno”. Al respecto, el jefe de la Policía de Mendoza, Juan Carlos Calleri, se contradijo en una comunicación con la prensa al tratar de justificar que esos procedimientos se realizan en base a selecciones no subjetivas, motivadas en “sospechas”, es decir, el prejuicio. El abogado reflexionó: “El camino intelectual que lleva a la Policía a estas detenciones es el que le han dado en su instrucción: un mecanismo puramente subjetivo, de selectividad y discriminación. Si hay tres estudiantes charlando en el pastito, no hay sospecha posible de delito en curso, es irrisorio”.
Cruciani se ha especializado en esta problemática uniendo el Derecho con la militancia. Según su experiencia, la clave para desterrar estas prácticas que generan miedo, exclusión y estigmatización, además de violar los derechos de la libertad y la igualdad, es derogando el instituto contemplado en la Ley Orgánica de la Policía de Mendoza, dada la inconstitucionalidad que les permite detener personas con el fin único de la averiguación de antecedentes. Dijo: “En democracia se detiene a personas a contramano de lo que debiera ser una política de seguridad pública. La Policía sólo se dedica a llenar el cupo exigido. Es una conducta sistemática originada en gobiernos totalitarios, es plenamente antidemocrático andar deteniendo a gente así como así. Y contradictorio además con la política del gobierno nacional de respeto irrestricto a los derechos humanos”.
Además de las “motivaciones ideológicas” que determinan esta práctica ilegal de la Policía, también pesa el “inflado de las estadísticas de Criminalidad” que realizan los funcionarios. “No es por el número de detenidos que se mida la seguridad o inseguridad de un determinado Estado o población. Eso es una persecución a sectores determinados, que atraviesa a toda la sociedad” señaló. Y explicó que continúa una ideología autoritaria que propicia estas prácticas antidemocráticas, con puntos de contacto en la persecución a las chicas y chicos de los barrios populares, y a casos recientes contra jóvenes militantes. En particular, el abogado fue testigo de las detenciones ilegales de tres compañeros de la Juventud Peronista Evita, “por portación de rostro, identificados con la camiseta del Movimiento”. Y denunció: “Esto pasa todos los días. No puede ser. Atenta contra nuestra actividad política”.
“Tenemos que virar de una Policía de ocupación territorial, adiestrada en la doctrina de seguridad nacional, a una Policía vecinal”, consideró. Y señaló que estas facultades mal utilizadas tienen su correspondencia con el Poder Judicial, en tanto que como ciudadanas y ciudadanos primero nos ampara el principio de inocencia y, tanto la Constitución Nacional como la Provincial, protegen ampliamente los derechos de la libertad. Puntualizó: “Solo se nos puede detener cuando existe una orden escrita de juez competente. Sostener en la actualidad este régimen de detenciones sistemáticas no se condice con la realidad. La opinión pública quiere que se derogue este instituto nefasto, proveniente de dictaduras y de la persecución política de militantes. Hay una crisis de autoridad en la Policía, porque la autoridad no se impone por el medio sino por el respeto. Hay que construir una seguridad pública eficiente”.
Sobre el uso de las armas fuera del servicio y la criminología mediática
Un nuevo hecho protagonizado ayer por un agente de la Policía de Mendoza concluyó con el asesinato de una mujer y un niño, en un aberrante caso de femicidio y violencia policial. El auxiliar José Ontiveros disparó con su arma reglamentaria contra la madre y un sobrino de su ex pareja al presentarse en la casa de la familia en Guaymallén. El policía estaba de franco. Según datos recientes del Centro de Estudios Legales y Sociales, más de la mitad de los crímenes cometidos a nivel nacional por efectivos de las fuerzas de seguridad ocurren cuando los asesinos están de franco o retirados. Para el abogado hay que revertir el paradigma sobre el uso de armas por parte de la Policía, preguntarse si además de la responsabilidad de portarla están capacitados para llevarla fuera del servicio, y evaluar la implementación de un sistema de casilleros en las comisarías para cuando los efectivos dejan el turno.
Otro de los temas estrechamente ligados a la violencia institucional analizados por Cruciani fue el concepto de “criminología mediática”, que abreva en la demonología, y en la cacería de brujas inquisitorial. Para el abogado esta es la criminología que hoy aplica políticas de seguridad en Argentina y Mendoza. “Los medios de comunicación masivos son los que marcan el rumbo de la política criminal del sistema penal, son los que dicen a quien hay que detener y a quien no, a quien perseguir y a quien no. Tenemos que ver estadísticas, donde y por qué se cometen más delitos, la frecuencia delictiva; y a partir de ahí atacar el problema, desde una óptica ajena a la de los noticieros de televisión. Tenemos que cambiar esta manera de aplicar políticas de seguridad porque sino sigue todo igual. Los periodistas no toman conciencia de la responsabilidad que tienen en el uso de la comunicación”.
Durante el programa también se hizo referencia a dos procesos judiciales relativos a hechos de violencia policial que, respectivamente, tuvieron origen y fin el 17 de septiembre pasado. Ese día comenzó en San Rafael el juicio contra el cabo Nelson “Urraca” González, de la comisaria 8va. del departamento sureño, por el alevoso asesinato del joven Fabio Basualdo el 7 de febrero de 2.010. Se trató de una ejecución sumaria, un fusilamiento, porque luego de una persecución tras la cual la víctima se detuvo, González le disparó en la nuca, mientras el chico estaba arrodillado y con las manos sobre su cabeza. Nelly Ríos, la mamá de Fabio, espera una condena satisfactoria para el 7 de octubre. Se trata de un juicio arduo, dado que la gran mayoría de los testigos son policías, con estrategias de encubrimiento previo y el amedrentamiento habitual contra testigos cercanos y familiares, incluso bajo amenazas.
También hubo contacto telefónico con otro referente de la Campaña contra la Violencia Institucional y militante del Movimiento Evita, Gonzalo Bugatto, hermano de Lautaro, asesinado por un policía de civil en la provincia de Buenos Aires el 6 de mayo de 2.012. La víctima tenía 20 años y jugaba al fútbol en Banfield. El miércoles fue condenado a 14 años de prisión su asesino, David Ramón Benítez. La movilización por este caso y la búsqueda de justicia por Lautaro fue uno de los puntales por los cuales emergió la Campaña.