16 de agosto de 2014
Familiares de Andrés Ezequiel Sosa y referentes de la Campaña contra la Violencia Institucional convocan para el 18 y el 19 de agosto a distintos actos en memoria del joven asesinado hace un año en ese departamento. El homicidio permanece impune dada la complicidad policial y judicial en pos de Pablo Colilaff, agente que el 18 de agosto de 2.013 causó la muerte del joven al dispararle por la espalda y a un metro y medio de distancia. Daniel Sosa, hermano de la víctima, conversó con “Despacito y por las Piedras”.
El hecho ocurrió hacia la madrugada en el Barrio San Carlos, de General Alvear. Según Daniel Sosa, por los testimonios de amigos que acompañaban a su hermano, Colilaff y otra policía, Deolinda Castro, ambos de la comisaría 14, se bajaron de un auto particular, abordaron al grupo que volvía de un boliche y el oficial fusiló -literalmente- por la espalda y con su arma reglamentaria a Andrés, de 21 años. La presión de una parte de la sociedad alvearense, acicateada desde los medios de comunicación, influyó para que luego de 48 días de detención, Colilaff haya sido liberado por el Juzgado de Instrucción. Marcelo Calipo, entonces comisario de la seccional 14, es hoy jefe de la Departamental.
Las difundidas versiones de que se trató de un “enfrentamiento”, estigmatizando además a la víctima, sólo redundaron en mayores trabazones para el accionar de la justicia. Así, los episodios de “gatillo fácil” y de violencia institucional, no sólo que se naturalizan en el sur provincial, sino que además se agravan, dado que es la misma Policía quien efectúa las investigaciones.
“Lo único que sabemos es que hay un pibe muerto que es mi hermano y un policía que es el asesino y está en libertad”, dijo Daniel, quien también refirió las presiones hacia su familia y la delicada situación de testigos menores de edad a partir de ocurrido el asesinato. Con la presencia de Miriam Mabel Medina, madre de Sebastián Bordón, y el acompañamiento de organizaciones de derechos humanos hay dos actividades previstas en reclamo de memoria y justicia. Para el 18 de agosto, chicas y chicos del Barrio Soenga VI, donde Andrés vivía, pintarán un mural. El 19 de agosto se realizará una marcha desde las 10 horas hasta el Juzgado de Instrucción, donde se entregará un petitorio al juez Néstor Murcia, que entiende en la causa.
